lunes, 21 de febrero de 2011

"EL ABOGADO DEL MAL"

Todos tenemos cuando nos llega el último juicio dos abogados, uno para le bien y otro para el mal. A pesar de que casi nadie conoce su aspecto el abogado del mal siempre intenta atraparnos en su red. Si, con la experta mirada de un demonio sabe como tentar a los hombres.

Afirman algunos atinadamente que, dado su conocimiento del espíritu humano, él en un tiempo debió de ser un hombre y, por tanto, tener un cuerpo visible y un aspecto reconocible. Creo que esa idea merece ser aceptada. Hoy hay muchos que saben cometer o impulsar todo tipo de delitos; y para muchos de esos delincuentes existía la creencia de que saldrían impunes; pero nadie puede salir impune de un delito, ni en esta vida ni en la siguiente vida eterna. Esa creencia en la impunidad es la que usa para tentar ese traicionero abogado.

Es un ser maldito por ello. Incluso para aquellos que son como él es una espada que muestra un falso camino de justicia. El Abogado del Mal está en las calles, en las casas, indicando el mal camino y empujando a seguirlo; muchos lo siguen, pero pocos son salvados de su engaño, y quién sigue su camino se pierde para siempre en este mundo y en el otro.

Por eso lo mejor es alejarse de él: sumergirse el en Bien y la Bondad.

El Abogado del Mal muestra una falsa libertad; que permite que el mal oprima a los hombres, que los tienta bajo una falsa paz, guiando a los que lo siguen al fragor de las llamas del Infierno. Así el Abogado del Mal va obteniendo sus victorias e inscribiéndolas en las hojas del un antiguo registro: El Libro de los Caídos.

1 comentario:

  1. Creo que este relato podías mejorarlo. La idea parece bueno, pero el texto no crea la tensión que el título deja entrever.

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