El edificio estaba vacío. Era el día 23 de septiembre de 2013, lunes. Richard Brown estaba trabajando en su oficina privada estaba de vacaciones, y esperaba la tranquilidad de la soledad para escribir un pequeño relato.
El móvil tenía poca cobertura, pero algo tenía. No esperaba ninguna llamada. El edificio en el que vivía era un viejo edificio de las afueras de New York. Hasta que él lo compró había estado unos 20 años vacío. Crimenes, suicidios, y extraños sucesos habían tenido lugar allí y nadie quería vivir allí. Sin embargo, Richard Brown había encontrado allí un filón inagotable para sus novelas de misterio, intriga e incluso de terror.
El teléfono sonó. Una voz desagradable, gélida que sonaba como abandonada en un lúgubre lugar hablo.
-¿Con quién estoy hablando? -preguntó la voz.
-¿Con quién desea usted hablar? - dijo Richard con la mayor educación que le fue posible. La verdad estaba cansado llevaban incordiándole durante varios días desde el 1414 y otros números diversos diciendo que eran de TELEFÓNICA pero el ruido de fondo no concordaba con lo que él sabía que era el ruido de fondo de cualquiera de las oficinas de dicha compañía. La sabía por que había trabajado en ella durante un par de meses para documentarse para una novela.
- Me gustaría hablar con el titular de la línea -dijo aquella voz, y añadió subiendo el tono-. "Quiero hablar con Victor Lipsinsky."
Richard recordó que en una de esas múltiples llamadas que le habían he hecho había dado ese nombre, el nombre en uno de los personajes de su próxima novela, y junto a ello un montón de datos de familiares totalmente inventados.
- Soy yo, - repondió Richard mintiendo como un cosaco- ¿qué desea de mí?
La voz volvió a hablar, grave, tétrica, gélida, con un tono y timbre que aterrorizaría al más puesto.
- Somos de la Mafía Negra, tenemos a tu hermano Alastair Lipsinsky, yo seré quién hable contigo para cobrar el rescate y que lo recuperes vivo. Me entregaras medio millón de dólares en billetes pequeños no correlativos y usados. Ya te diré en otra llamada dónde entregarnos el dinero.
Richard abrió el cajón de la mesa de su oficina y sacó una Glock. Mientras hacía eso les suplicaba que , por favor, no le hicieran nada. Estaba realizando toda una actuación teatral, mientras activaba la localización de llamada en el ordenador.
- Te voy a dejar escuchar a tu hermano, para que te animes a pagar.
Si el fuese realmente Victor Lipsinsky estaría angustiado, lleno de horror e incluso paralizado por el espanto.
Sonó otra voz. La voz del supuesto hermano de Victor Lipsinsky.
- Por favor, hermano, págales, me están golpeando y amenazan con matarme y enviarte trozos míos para que aprendas. Luego irán a por tu mujer o a por algún otro familiar tuyo y le harán como a mi a no ser que les pagues.
Richard aguanto lo suficiente la llamada para que en el ordenador apareciese una localización en el Bronx.
- Te voy a decir la verdad, prefiero dejar que te maten. Me has hecho demasiado daño en la vida y espero ganar algo con tu muerte, pero tranquilo serás vengado pues mataré a tus secuestradores. No tendrán dónde ocultarse de mí.
Richard escuchó unas voces que discutían rudamente y, finalmente, colgaron; pero, él ya tenía la dirección. Se preparó y bajó por el ascensor hasta el garaje.
Recorrió las calles hasta la dirección del Bronx. Aparcó a una distancia segura, preparo un aparato de escucha y enfocó hacia el edificio. Pronto escuchó las voces de los estafadores y localizó el piso en el que estaban. En un principio pensaba en asustarlos un poco para que dejarán para siempre ese negocio. Espero a la noche mientras los escuchaba hablar.
- Mirad -decía el que parecía el jefe y movía el cotarro-, no creo que vaya a aparecer nadie aquí. ¿Qué creéis que era ese hombre un agente de la CIA, del FBI o un poli muy listo? No, no es nada eso y es imposible que sepa dónde nos encontramos.
Al final, dio la una de la madrugada. Ya era martes. Richard salió del coche tras revisar su arma. Después entró en el edificio.
Al llegar al tercer piso del edifico que se encontraba en Holland Avenue, pasó ante uno de los pisos dónde había una fuerte altercado. Llegó al que le interesaba, tenía la puerta un poco abierta como si alguien terminase de salir y al fondo se podía ver una mesa, estaba ocupada por tres hombres de mal aspecto, reconoció en seguida la voz del que llamó amenazando, era a quienes estaba buscando.
Richard escuchó un ruido al fondo del pasillo. Abrió la puerta y se arrastró entre un sofá y la pared. Segundos después un cuarto hombre entraba.
- Será mejor que preparemos las armas.
-¿Por qué? - respondieron mientras las sacaban.
- Romped el teléfono. Me ha dicho Adro que está siendo localizado o está marcado en busqueda y localización o algo así.
- La poli.
- Puede ser nunca se sabe. En los últimos tiempos el gobierno está inflitrándose en muchas comunicaciones. Quizá alguna palabra o algo les ha hecho marcar el número de teléfono para ser localizado.
Richard se dio cuenta de que ya no serviría de nada hablar con ellos. Empuño el arma, se levanató un poco y disparó cuatro veces. Dos de los hombres fueron alcanzados uno murió al instante con una bala en la cabeza, el otro quedó mal herido con un dos balas en el estomago. Inmediantamente, los otros tiraron la mesa al suelo sin saber quién les había disparado o desde dónde pues tenían la ventana abierta y supusieron que los disparos venían del exterior.
Se arrastró al lateral del sofá cerca de la puerta y disparo nuevamente. Cuatro disparos que impactaron en un mismo punto de la mesa atravesándola y matando a uno de los hombres que se ocultaban tras ella. El que quedaba se percató de lo que sucedía por un ademán del hombre con las balas en el estomago.
Se oculto tras un mueble grueso y espero a que Richard diera su segundo paso. Richard miró un espejo y vio donde y como estaba el otro colocado. Se movió lentamente hasta el lado de la ventana y rodó por el suelo hasta quedar detrás de la mesa que volcaron.
El hombre se asomó y disparó al lugar donde había estado cuando había abierto fuego la última vez. Richard aprovechó y mientras escuchaba llegar las sirenas de los coches de policía liquidó al hombre que le faltaba que cayó hacia atrás golpeándose contra la cocina del pequeño piso.
Seguidamente Richard limpio su rastro y subió por las escaleras de incendios a la planta superior justo cuando la policía entraba en el edificio. Disparó el Colt que siempre llevaba consigo dos veces al aire mientras lanzaba la Glock en un avión teledirigido que hizo aterrizar en un solar en Holland Avenue con Bronxdale.
Luego lanzó lejos el control remoto.
Se disponía a bajar en el ascensor cuando este ase abrió y una detective le encañonó con su arma reglamentaria.
- Manos arriba. ¡Ya!
Richard alzó sus manos y mecánicamente se puso contra la pared.
- Detective...
- Shiobán Horan.
- Detective Horan, encontrará que llevo un arma, un Colt, y si mira en el bolsillo interior izquierdo de mi chaqueta tendrá mi documentación.
Richard hacia años que tenía documentación de la Marina como operativo de seguridad e información del Area 51. Era su otro trabajo.
La detective encontró todo lo que él había dicho.
- Algo lejos de Nevada, ¿no?
- Cierto, pero yo ahora trabajo en New York como asesor de investigaciones.
- ¿Qué hacía aquí?
- También soy escritor y me estaba documentando sobre la zona, para un relato de misterio. Estaba en la azotea observando la calle cuando en uno de los pisos empezaron los disparos. Cuando me giraba para bajar a ver que sucedía alguien me empujó y caí al suelo, por inercia al sentirme atacado saque mi arma y disparé un par de veces. Creo que le he dado pero no estoy seguro. Huyó por las escalera de incendios.
- No lo siguió... pero le disparó.
- No me pagan por perseguirle y él no me devolvió los disparos, parece que herido o no tenía prisa por salir de aquí.
La detective tomo nota de los datos de Richard Brown, para investigar un poco sobre él y descartarlo como sospechoso. Bajaron al vestíbulo dónde dos agentes se acercaron.
- Detective, tenemos cuatro cuerpos. Los mataron a tiros. El forense ya le dirá.
La detective se giró a Richard.
- Puede irse a su domicilio pero no salga de la ciudad. Está implicado en una investigación criminal y es un testigo.
- No se preocupe. No me iré además e han dado material de sobra para mi relato.
Richard Brown salió a la calle camino por debajo del puente próximo hasta el solar donde recogió la Glock y el avión. Luego se dirigió al puente más próximo y arrojó le arma a las aguas frías.
La policia investigó. Encontró el móvil prepago que habían usado los muertos para llamar al teléfono de Richard Brown, el caso es que el teléfono que usaba Richard Brown pertenecía a uno de los amigos de un antiguo inquilino del edificio en el que Richard Brown vivía.
Después de un duro trabajo consiguieron el número del móvil de los muertos y los números a los que habían llamado desde el mismo. Había unos 100 números de teléfono, algunas de las llamadas enmascaradas bajo el número 1414, por lo que los investigadores llegaron a la conclusión que habían usado un programa informático para engañar a los receptores de sus llamadas. El último número que aparecía estaba registrado a nombre de Adam Warnick. El caso es que esa persona se contaba entre los desaparcidos en 11S junto a otra persona Samatha Clarkend.
La detective llegó que esa había sido la llamada que había causado la muerte de aquellos cuatro hombres que se descubrió que se dedicaban a cobrar falsos secuestros a través de teléfono e Internet.
Después de un duro trabajo consiguieron el número del móvil de los muertos y los números a los que habían llamado desde el mismo. Había unos 100 números de teléfono, algunas de las llamadas enmascaradas bajo el número 1414, por lo que los investigadores llegaron a la conclusión que habían usado un programa informático para engañar a los receptores de sus llamadas. El último número que aparecía estaba registrado a nombre de Adam Warnick. El caso es que esa persona se contaba entre los desaparcidos en 11S junto a otra persona Samatha Clarkend.
La detective llegó que esa había sido la llamada que había causado la muerte de aquellos cuatro hombres que se descubrió que se dedicaban a cobrar falsos secuestros a través de teléfono e Internet.
EN INGLÉS:
The building was empty. It was on September 23, 2013, Mon. Richard Brown was working in his private office was on vacation, looking for the tranquility of solitude to write a little story.
The mobile had little coverage, but something had. Not expecting any calls. The building in which he lived was an old building outside of New York. Until he bought it about 20 years had been empty. Crimes, suicides, and strange events had taken place there and no one wanted to live there. However, Richard Brown had found there a reef inexhaustible novels of mystery, intrigue and even terror.
The phone rang. A nasty voice, which sounded like icy abandoned in a gloomy place spoke.
- Who am I talking about? The voice asked.
- Who do you wish to speak? - Richard said with as much education as he could. The truth was tired for several days had incordiándole since 1414 and other numbers saying they were from various TELEFONICA S.A. but the background noise was not consistent with what he knew was the background noise of any of the offices of the company. The knew that he had worked there for a couple of months to collect material for a novel.
- I would talk to the owner of the line, 'said the voice, adding up the tone. I want to talk to Victor Lipsinsky.
Richard recalled that in one of those multiple calls that had I done had given her that name, one of the characters in his next novel, and next to it a lot of family data completely invented.
- I, - said Richard lying like a fish-what do you want from me?
The voice spoke again, serious, gloomy, chilly, with a tone and timbre that would terrify the most since.
- We are the Black Mafia, we Alastair Lipsinsky your brother, whom I will speak with you to collect the ransom and get it back alive. Abandon my soul half a million dollars in small bills and used uncorrelated. I'll tell you where to give us a call on the money.
Richard opened the drawer of the desk in his office and pulled out a Glock. While doing that begged them to please not do anything. I was performing an entire theatrical performance, as he activated the call location on your computer.
- I'll let you listen to your brother, that you will be encouraged to pay.
If he were really Victor Lipsinsky be distressed, full of horror and even paralyzed by fear.
Another voice sounded. The voice of the supposed brother of Victor Lipsinsky.
- Please, brother, pay them, they're hitting and threatening to kill me and send my pieces for you to learn. Then go to for your wife or some other relative of yours and make you like me unless you pay them.
Richard stand enough to call the computer appear a location in the Bronx.
- I'll tell you the truth, I prefer to let them kill you. I've done too much damage in life and I hope to win something with your death, but you will be avenged for quiet kill your captors. They will have nowhere to hide from me.
Richard heard voices arguing rudely and eventually hanged, but he already had the address. Prepared and down the elevator to the garage.
He walked the streets of the Bronx to the address. He parked at a safe distance, prepare a listening device and focused toward the building. Soon he heard the voices of scammers and located the apartment where they were. At first I thought a bit to scare forever leave that business. I hope at night while listening to talk.
- Look, said the head appeared and moved the roost, I do not think anyone here will appear. What do you think this man was an agent of the CIA, FBI or a poly smart? No, it's nothing that and it's impossible to know where we are.
In the end, struck one in the morning. It was Tuesday. Richard got out after reviewing his weapon. He then entered the building.
On the third floor of the building that was in Holland Avenue, past one of the floors where there was an altercation. He came to that interested him, he had the door slightly open as if someone was over the bottom out and you could see a table was occupied by three men of poor appearance, immediately recognized the caller's voice threatening, was who was looking.
Richard heard a noise down the hall. He opened the door and crawled between a sofa and the wall. Seconds later a fourth man entered.
- You better prepare their weapons.
- Why? - Answered while drew.
- Break up the phone. He said Adro being located or marked on search and location or something.
- The cop.
- Maybe you never know. In recent times the government is inflitrándose in many communications. Perhaps a word or something has made dialing the phone to be located.
Richard realized that it would be useless to talk to them. Wield the weapon, got up a bit and fired four times. Two of the men were killed instantly engulfed one with a bullet in the head, the other was badly wounded with two bullets in the stomach. Immediately the others threw down the table without knowing who had fired or from where they had the window open and assumed that the shots came from outside.
He crawled to the side of the couch near the door and shot again. Four shots that hit the same point of the table through it and killing one of the men who hid behind her. The remaining realized what was happening, the man gestured with bullets in the stomach.
It is hidden behind a thick cabinet and waited for Richard gave his second step. Richard looked at the mirror and saw where and how was the other place. He moved slowly up the side of the window and rolled on the ground to get behind the overturned table.
The man leaned out and shot the place where he had been when he had fired the last time. Richard advantage and get listening sirens of police cars liquidated man lacked that fell back slamming into small apartment kitchen.
Richard then clean his trail and climbed the fire stairs to the top floor just as the police entered the building. He fired the Colt he always carried twice in the air as he threw the Glock in a drone that made land at a site in Holland Avenue in Bronxdale.
Then threw away the remote.
He was about to go down in the elevator when it opened and a detective grabs him with his service weapon gunpoint.
- Hands up. Now!
Richard raised his hands and mechanically stood against the wall.
- Detective ...
- Shioban Horan.
- Detective Horan, find that I have a weapon, a Colt, and if you look on the left inside pocket of my jacket have my documentation.
Richard to years the Navy had documentation and operational and information security Area 51. It was his other work.
The detective found everything he had said.
- Something away from Nevada, right?
- True, but I now work in New York as a research consultant.
- What was he doing here?
- Also I'm a writer and I was documenting about the area, for a mystery story. I was on the roof watching the street when one of the floors in the gunfire started. When I turned to go down to see what happened someone pushed me and I fell to the ground, feeling attacked inertia to pull my gun and fired a few times. I think I have given but not sure. He fled the fire escape.
- Not followed ... but he shot.
- Do not pay me and he did not pursue him fired back, hurt or seems in no hurry to get out of here.
I note Detective Richard Brown data to investigate a little about it and dismiss it as suspicious. They went down to the lobby where two agents approached.
- Detective, we have four bodies. The shot dead. The ME will tell.
The detective turned to Richard.
- You can go to your home but do not leave town. It is involved in a criminal investigation and a witness.
- Do not worry. I will not go further and have given enough material to my story.
Richard Brown hit the road under the bridge next to the site where he picked up the Glock and the plane. Then he went to the nearest bridge and threw her arms the cold waters. The police investigated. Found prepaid mobile had used dead phone call Richard Brown, the fact is that the phone he used Richard Brown belonged to one of the friends of a former tenant of the building in which Richard Brown lived.
After a hard work got the mobile number of the dead and the numbers that were called from it. There were about 100 phone numbers masked some of the calls under the number 1414, so the researchers concluded that they had used a computer program to trick recipients of your calls. The last number that appeared was registered to Adam Warnick. The fact is that that person was among the desaparcidos in 11S with another person Samatha Clarkend.
The detective arrived that was the call he had killed four men who were found to be engaged in false kidnapping charge via telephone and Internet.
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