Las luces del día se iban apagando. Nubes grises cubrían el cielo de aquella población de apenas siete mil habitantes. Un pitido sonaba procedente del televisor. Era al cambiar de cadena la carta de ajuste de las cadenas que todavía no emitían ningún canal.
Se sentó en el sofá con la luz apagada. Estaba pensando en ver su serie preferida de los miércoles. Esa serie que por nada se perdía hubiese tormenta o temblase la tierra. Él siempre la veía.
Entonces el techo se iluminó de azul. Una sirena se dejó oír: la policía. Se puso de pie y cogió el catalejo para ver a donde se dirigían. A lo mejor tenía una exclusiva que dar a través de twitter.
El coche patrulla paro ante la fachada de piedra del hotel, de uno de los hoteles de la población. Los policías se bajaron del coche y entraron rápidamente, como si fuesen sombras en el interior del edificio. Al mismo tiempo que entraban el coche se cerraba.
Él espero como su fuese un paparazzi esperando al famoso. Observando la entrada del hotel desde la ventajosa atalaya que era la ventana de su piso. Pronto las luces del hotel se encendieron por completo. No sólo alumbraba la de la entrada y la del pasillo si no también las de las habitaciones. Los agentes debían de estar comprobando cada una de ellas.
Fue en ese momento cuando lo vio escapando de la policía desde uno de los balcones del primer piso. El supuesto delincuente se descolgaba hacia una de las ventanas para sujetarse en las rejas. Lo consiguió justo cuando los agentes entraban en la habitación. Vio como alcanzaba un pequeño muro y saltaba a la calle. No fue el único. también los dos policías lo vieron. Uno de ellos saltó ágilmente por el balcón y aterrizó en el suelo dando una voltereta. Luego salió corriendo tras el sospechoso, tras el posible delincuente que se trataba de escapar.
El huido salto otro de los muros y se oculto en uno de los sembrados. Moviéndose certeramente como una alimaña huidiza.
De los dos policias fueron al coche y llamaron pidiendo refuerzos.
Al mismo tiempo, algo pareció surgir tras el sospechoso desde debajo de la tierra. Algo que lo atrapo casi sin dejarle tiempo de gritar. Él lo vio desde su ventana con el catalejo, pero sabía que no le creerían. Diez minutos después llegaron varios coches patrulla más con linternas potentes que iluminaron el sembrado. La cosa que había atrapado al sospechoso desaparecí o con el cuerpo del hombre sin vida tal y como había aparecido, cuando los policías llegaron al punto donde había estado el sospechoso sólo encontraron una de sus zapatillas Nike.
Me ha gustado.
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