Clara caminaba por la calle. Salía del instituto donde impartía clases. Los alumnos hoy estaban nerviosos, rebeldes. Al día siguiente se votaría el referéndum por la independencia de Escocia y eso traía o, más bien, atraía polémicas diversas. Tenía que hablar con el Doctor sobre ello.
Miraba al suelo ensimismada, pensando en como plantearle el problema al Doctor sin que se enfadase o se sintiese defraudado con ella. Entonces… Alguien le tocó en el hombro…
Era el Doctor.
"Clara, ¿Qué pasa? Has dejado atrás la TARDIS como si no existiera. Eso nunca le ha pasado a uno de mis acompañantes. Al menos que yo recuerde".
"Un dilema que me han planteado mis alumnos me ha hecho pensar".
"¿Cuál es ese dilema?", pregunto el Doctor.
"Se trata de la independencia de Escocia. Mañana será la votación".
"¿En qué año estamos".
"2014".
"Algo está mal. Escocia será independiente pero la fecha, el año, no concuerda".
"¿Qué quieres decir?"
"Recuerdo estar en la nave espacial en la que los Escoceses viajaban por el espacio. Me acompañaba una chica especial, pero no recuerdo si era Rose o Amy."
"¿Entonces?".
"Vamos a la TARDIS. Corre. ¡Tenemos que ir a Edimburgo!"
Vuelven atrás y entran en la TARDIS.
No muy lejos una mujer de pelo oscuro se acerca a una roja cabina de teléfono como si fuese a llamar ella por teléfono a algún lado. Entra y desaparece. Es otra TARDIS, que desaparece como un relámpago, como si nunca hubiese estado allí.
El Doctor da vueltas preocupado alrededor de la consola.
"Alguien quiere cambiar la historia para llamar mi atención", dice el Doctor.
"No lo entiendo".
"Pues después de viajar conmigo ya deberías entenderlo. Quiero decir que no es el momento en que esto debe ocurrir".
"¿Cómo vamos a evitarlo!"
"No lo sé. Las Leyes del Tiempo son rotundas: prohiben interferir en la historia o influir para que esta cambie."
"¿Cómo actuamos entonces?"
"Tengo que pensar. Necesito tiempo…"
Clara se sienta en las escaleras, con la cabeza apoyada en las manos y los codos en las rodillas. El Doctor pasea de arriba a abajo por la TARDIS. Unos minutos después el Doctor se detiene frente al encerado. Se loen a escribir en él lo que parecen un montón de garabatos.
"Creo que tengo una idea", comenta Clara.
"Dímela."
"No podemos cambiar la historia, pero podemos hacer que vean las posibilidades futuras mientras duermen, como en un sueño, y que después decidan libremente."
"Es una de las ideas que rondaba mi mente, quizá la que mejor nos podría servir en este caso."
"¿Qué necesitaremos?"
"¡Un rayo!¡Energía!"
"Eso es difícil, pero… ¡y una descarga muy grande de energía desde la central eléctrica más cercana a Edimburgo!"
"Eso podría servir. La central de Logannet es la más cercana."
El Doctor comienza a pulsar botones en la consola. La TARDIS se materializa en Toll Road en un cruce cercano a la última casa de Kincardine on Forth. El Doctor comienza a conectar cables a una zona específica del interior de la TARDIS, a la consola y después sale al exterior con una especie de antena parabólica y un gancho.
Clara lo mira.
"Eso, ¿para qué es?"
"Oh, bueno, tendremos que hacer que venga toda la energía a nosotros y después enviar nuestra onda a los satélites que reflejaran nuestro mensaje hacia todos los escoceses, aunque estén fuera de Escocia, y también a los extranjeros que se encuentren en Escocia,"
"¿Algo más?"
"Necesitaré de toda tu ayuda."
"¿Qué tengo que hacer?"
"Conecta aquí tu teléfono móvil. Cuando yo te diga vas a tener que teclear muy rápido para piratear y dirigir la energía de la central hacia nosotros por la red eléctrica."
Clara conectó su teléfono móvil al enchufe universal que le entregó el Doctor. Mientras el teclea en una pequeña consola y dirige la antena hacia el espacio y los satélites que va a necesitar para emitir el mensaje onírico.
"¡Ahora Clara! ¡Teclea el código que te ha llegado por mensaje!"
Clara lee el código, F34GH1293LM. Lo teclea.
En Edimburgo y Londres saltan alarmas referentes al sistema eléctrico. En las oficinas de Scotland Yard y del MI5 se forma una pequeña revuelta. Llaman a las autoridades competentes de Edimburgo.
"¿Qué está sucediendo? El trasvase de las líneas de energía procedentes de la Central de Kincardine no siguen las vías habituales."
"El sistema ha sido pirateado y han modificado el recorrido, están llevando toda la energía de la central hacia la población de Kincardine".
"Eso es muy peligroso. ¿Qué mas tenemos?"
"El número del teléfono desde el que se ha emitido la señal."
"¿A quién pertenece?"
"Clara Oswald. Es profesora en uno de los institutos de la ciudad."
Mientras el Doctor le dice a Clara.
"¡Rápido! No hay tiempo ya llega la energía… Ahora teclea el segundo código que te llega al móvil…"
"Vamos a ver. 567L44M36TG."
En Londres dos agentes de Scotland Yard hablan con Danny Pink.
"¿Ha visto a la señorita Clara Oswald?"
"Si, ha salido hace un rato con la moto. Supongo que habrá ido a casa de sus padres."
"Gracias. Si la ve avísele de que necesitamos hablar con ella."
"Lo haré. No lo duden."
Los dos agentes se van alejando.
"Es imposible que en moto sea capaz de llegar a Edimburgo o a Kincardine."
"Tienes razón. La única posibilidad es un avión o un helicóptero."
El compañero coge el teléfono del bolsillo y llama a la central.
Lejos de allí.
"Ya está. Desconectamos de la red eléctrica. Tenemos este aparato cargado y listo para emitir."
"¿Cuándo lo haremos?"
"En cinco minutos. Desde el interior de la TARDIS", responde el Doctor mientras coloca la antena en el techo de la TARDIS.
Mientras ven pasar varios coches de policía. No reparan en ellos en ese momento. Una suerte. Llegan las 18:00 horas del día 17.
"Clara. Es el momento. Tenemos que teclear esto a la vez en la consola."
"¿Desde qué teclado?"
"El opuesto al mío. ¡Corre!"
Se colocan en sus puestos y teclean una única palabra: FÉNIX. Inmediatamente se emite a través de la antena una onda que llega a los satélites. Se retendrá una hora en ellos y la volverán a devolver a la Tierra, pero no a ningún equipo informático si no a todos los Escoceses y Extranjeros que tengan voto al día siguiente.
El Doctor mueve la palanca de la TARDIS y vuelven a Londres. Clara coge la moto que tiene aparcada en un rincón la saca a la calle y se dirige a casa de sus padres. El Doctor sonríe. El mueve la TARDIS hasta las cercanías del domicilio de los padres de Clara.
Agentes de Scotland Yard están allí esperando. La familia de Clara preocupada escucha el sonido de su moto y instantes después ve entrar a Clara.
Después de una hora de interrogatorio ven que es imposible que Clara haya sido la persona que ha hackeado es sistema eléctrico. Le preguntan si en algún momento a tenido lejos de si el teléfono móvil.
"Puede ser que alguien copiara la tarjeta del teléfono. Pero sólo hubiese podido ser cuando estoy dando clase o cuando estoy en el gimnasio", es la respuesta de Clara.
La noche pasa. La policía sigue investigando pero sin centrarse ya en Clara. Llega el día siguiente.
A la puerta del instituto está el Doctor apoyado junto a la puerta viendo pasar a los alumnos.
"Buenos días". le dice Clara.
"Buenos días. La emisión ha sido un éxito. Ahora falta ver el resultado."
"Si deseas puedes venir a casa y verlo conmigo, con mis padres y con Danny Pink."
"Te tomo la palabra. Allí estaré para ver los resultados."
Por la noche las noticias comenzaron a analizar los posibles resultados de la votación en Escocia. La cosa estaba muy igualada, por momentos parecía que iba a ganar el SI y en otros el NO. Al final cuando parecía que todo parecía decantarse por el SI a la independencia de Escocia y algunos ya lo iban a festejar salieron los últimos resultados salieron a la luz. Con una ventaja para unos ligera y para otros suficiente había ganado el NO.
El Doctor le guiño un ojo a Clara.
"Todavía no era la hora, ¿verdad?"
"Tu sabrás", responde Clara.
Danny Pink toma nota mental de ese hecho.