viernes, 28 de enero de 2011

"OLA DE CALOR"

Abrió la puerta de la entrada. Tenía pocas manías y menos deseos, pero cuando las tenía eran realmente apasionadas. Fue al ascensor y pulsó el uno, siempre se preguntaba por que usaba el ascensor cuando podía usar la escaleras. Subió al primer piso, como siempre desde hacia un año. Salió pensando en no hacer ruido para no despertar a los vecinos. Cuando entró el silencio golpeo sus tímpanos, pero no le dio mayor importancia.

A continuación, fue a darse una ducha. Era una noche calurosa, sentía que demasiado para ella.

Cruzó la habitación. Notó como si un escalofrío recorriese su espalda. Entró en el baño. ¿Habría dejado alguna ventana abierta? Imposible: siempre cuando salía las cerraba e incluso bajaba las persianas.

Volvió sobre sus pasos para comprobar la ventana, a lo mejor no la había cerrado del todo. De pronto se sintió débil.

Intentó grita, pero no pudo. La perdida de consciencia ahogó su grito.

Aún tenía los ojos cerrados cuando comenzó a volver en sí. Sus labio presentaban un tono rosado. Una ligera nube de vapor flotaba sobre la bañera como ocultado su cuerpo bajo las aguas.

Se quedó mirando el techo unos momentos. Ahora se encontraba mejor que al llegar al piso. Le extrañó haberse dormido en la bañera, y más extraño fue el sueño. Muy lentamente, fue saliendo del agua y cogiendo la toalla. Después se secó y pus un pijama de verano. La noche era realmente calurosa, y no se extrañó de haberse dormido en el bañera.

Se acostó en la cama. Por alguna razón se acordó del extraño joven de ojos brillantes que la observaba desde le quinto piso del edificio de enfrente. Sintió miedo, siempre ocurre así; y, a partir de ese momento el ambiente pareció pesar sobre ella como una losa.

Olvidando ese momento de miedo, hasta ese instante, todo transcurre bien. Salvo por el calor. Un calor que no la deja pensar con claridad. un calor que enciende su cuerpo con un extraño fuego interior.

y entonces ella se abandona a los sentidos. Siente como suaves y frescas caricias sobre su piel, surcándola como un barco el mar. El calor aumenta y ella se sacar la parte superior del pijama. Se concentra en las sensaciones que producen en su cuerpo esas fresas y ligeras caricias que son como una suave brisa sobre su cuerpo.

Su cuerpo se estremece, no por calor, no por frío, por placer. La joven se encuentra profundamente afectada por las sensaciones que le producen esas caricias. Abre la boca soltando un suave gemido. Se deja llevar por esas apasionadas sensaciones.

Hasta que llega al clímax del placer. Abre los ojos. Junto a ella ve la etérea figura del joven del quinto piso del edificio de enfrente. La mira intensamente haciéndola sólo con eso sentir esas sensaciones.

Él no la toca. Está apoyado en la cómoda que ya junto a la ventana del lado de la cabecera de la cama.

La hace llegar a éxtasis una vez tras otra, agotando su joven cuerpo. Enfriándolo. Haciendo que una ligera capa e hielo lo cubra. Luchando por hacer que al llegar la madrugada el alma de la joven deja libre ese cuerpo.

Sin embargo, hace calor, hace demasiado calor.

El amanecer llega. El Sol salé. Y, él tiene que dejarla.

Acostada, desnuda, sola en la cama. La joven debería haber muerto, pero no murió. La ola de calor de esa noche salvó su vida.

Cuando días después preguntó al portero de su edificio si conocía a un joven que vivía en el quinto piso del edificio de enfrente, este le dijo:

- Ahora nadie vive ahí, señorita. pero vivió un extraño joven que apareció muerto. De tez morena, pelo oscuro y ojos brillantes asustaba a las mujeres tanto como las atraía. Y, muchas decían que hacía magia negra.

- ¿Cómo murió?

- No sé sabe con certeza. Sólo se sabe que lo encontraron congelado en una habitación.

La joven se estremeció, le dio las gracias y fue corriendo a la iglesia. Le pidió al cura agua bendita, y compró sal en una tienda, con ambas cosas protegió puertas y ventanas. Y, no volvió a ser molestada...

1 comentario:

  1. Un relato correcto en todas sus facetas auqnue le faltan algunos elementos. Tiene misterio, intriga, elementos del terror e incluso algo de sensualidad.
    Consigue llegar al lector. Y tiene un final acorde al tema e igual de inquietante. Pero a mi enteder sobra eso de la sal y del agua bendita, no es coherente con la realidad.

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